¿Sabes cuando debes coger una flor o una hoja? O igual quieres la raíz de la planta…
Según donde este situado el principio activo de la planta recogeremos un parte de ella, en las hojas, flores, cortezas, raíces o frutos, donde veamos que se almacenen sus virtudes. Se han de recoger en el momento óptimo, para que tenga el máximo de propiedades. Es muy importante también su proceso de secado para que no pierdan sus virtudes. En el caso de recoger plantas salvajes en primer lugar nos aseguramos de que conocemos la planta, de coger de un ejemplar sano sin agotarla, cortarlo con tijeras sin resquebrajarla. Que crezca en un lugar que no haya pesticidas ni haya sido fertilizada con abonos químicos, sobretodo que no este protegida legalmente, de que no sea tóxica y recogerla con mucho amor.
Momento ideal de la recolección
Por regla general las hojas y flores se recogen por la mañana, después de evaporarse el rocío. En cambio las raíces, frutos y cortezas al atardecer. Es mejor recogerlas después de unos días de haber llovido pues así están limpias. En el caso de tener tierra se limpiarán con agua y se dejan secar bien.
RAÍCES: las raíces se recogen desde el otoño hasta finales de invierno. Es mejor que se recojan por la tarde y en luna menguante.
CORTEZAS: se recogen en otoño o a principios de primavera, miraremos de coger cortezas de 2 años, ya que son más activas. Podemos aprovechar las podas de invierno. Mejor cogerlas de la parte donde le da el sol en la corteza.
FLORES: han de ser recogidas antes de ser polinizadas por las abejas o el viento, justo al abrirse. Las flores si no están polinizadas desprenden aroma, también si es un día soleado, ya que muchas si está nublado no se abren por lo tanto no están tan activas; sobretodo de que no tengan el rocío de la mañana. Es mejor en luna creciente.
HOJAS: se recogen en luna creciente, hacia el mediodía, ya que están secas o sea sin rocío y siempre antes de que la planta eche flores, porque es cuando éstas almacenan sus virtudes.
FRUTOS Y SEMILLAS: se recogen cuando están totalmente maduros, normalmente a principios de verano o a finales de éste dependiendo de la planta. Mejor en días soleados, con luna llena.
YEMAS: se recogen a finales de invierno y a principios de primavera, época en que la savia sube a las yemas y que estas están brotando.
Secado y almacenaje
Una vez hemos recogido las plantas y nos hemos asegurado que estén limpias y que no estén mezcladas con otras, pasaremos al secado. Los métodos más habituales son:
TELA LIMPIA: extenderlas en una tela limpia, en un lugar aireado pero que no haya polvo. Se da la vuelta a las hojas cada dos días para que se vayan secando. El secado dependerá del tiempo que haga; en verano se secará mucho más rápido que en invierno. En el secado no necesariamente la planta ha de cambiar mucho de color y estar completamente rígida.
COLGADAS: puedes hacer manojos de plantas y colgarlas boca abajo. También si se tiene una chimenea se pueden poner cerca de ella, ya que se van a secar bastante bien.
COCHE: envuélvelas dentro de una sábana y ponlas dentro del coche, hace el efecto de un horno solar.
Cómo guardarlas
Una vez secas, daremos paso a guardarlas. En el caso de las hojas, hemos de desmenuzarlas ya que es más fácil saber la cantidad que vamos a tomar. Se trocean con tijeras y si están muy secas con las manos. Después se ponen en tarros mejor opacos de cristal, cerámica. Con una etiqueta donde se vea el nombre de la planta, la fecha y sus virtudes, para no confundirlas.
NOTA IMPORTANTE: normalmente las plantas se almacenan durante dos años y luego se renuevan. Se han de guardar en sitios oscuros y herméticamente, se trata de que no entre la humedad, la luz del sol ni el polvo, para no dañar sus virtudes. Colocar una etiqueta al tarro para saber el máximo de datos de la planta seca.